Amo y criado

de Francisco de Rojas Zorrilla

La obra

Siguiendo la prolija edición de Felipe Pedraza sabemos que las primeras representaciones de Donde hay agravios no hay celos tuvieron lugar en El Pardo el 29 de enero de 1637 por la compañía de Pedro de la Rosa, y por las alusiones a hechos históricos ya acontecidos se suele situar la fecha de su redacción durante los años 1635 y 1636. Es una comedia sobre el pundonor, y así lo relata el título, aunque las compañías y el público centraron su atención en el trueque de papeles entre el amo y el criado y la tradición terminó denominando la obra Amo y criado, que es el título que nosotros hemos elegido para nuestra versión.
Es, ciertamente una comedia de capa y espada de personajes de clase media que se desarrolla en Madrid, con el habitual desajuste que siempre provoca la visita de un caballero provinciano, un soldado, a la capital. Su ajuste a la estructura clásica espacio-temporal: tres días y dos espacios nos acercaría la comedia al llamado ciclo Calderoniano, pero Rojas siempre va más allá, y la concentración de tanta acción y tanto suceso en tan poco tiempo hace exclamar al criado Sancho: “¡Y que de cosas/ en un instante han pasado!”.
Estamos, además ante una de las comedias más impresas, representadas y adaptadas del Siglo de Oro, aval que esperamos renovar con esta nueva aparición sobre las tablas tanto en Colombia como en España.

Resumen del argumento
Don Juan regresa desde Flandes junto a Sancho, su criado, tras pasar por Burgos y recibir la noticia de que su hermano ha sido asesinado y su hermana se encuentra desaparecida desde entonces. Ya en Madrid, una noche, mientras va a buscar a su prometida a la que no conoce más que por un retrato, se entera de que ella ha recibido por equivocación el retrato de Sancho y no el suyo. Ante los celos que le produce ver cómo se descuelga un hombre del balcón de su futura esposa decide intercambiar los papeles y que Sancho sea don Juan, para poder observar más libremente los movimientos cuando llegue a la casa de la que va a ser su mujer. Lo que ignora es que el pretendiente del que recela es, además el asesino de su hermano y el amante que ha abandonado a su hermano.

Maestro de armas
José Luis Massó

Ayudante de dirección
Miguel Diago

Asesor de verso
Francisco Rojas

Música y canciones
Eduardo Vasco

 Iluminación
Miguel Ángel Camacho

Asesor escénico
Ricardo Camacho

Vestuario
Lorenzo Caprile

Escenografía y atrezo
Carolina González

Versión
Yolanda Pallín

 Dirección
Eduardo Vasco

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